El evangelio diluido




El Evangelio diluido 

La evangelización es uno de los propósitos esenciales de la Iglesia en el mundo, es triste ver como la presentación del evangelio a sido diluida sutilmente. Explicaré brevemente porque pienso que debemos reformar nuestra manera de predicar conforme a la Biblia. 

Es muy común hoy día escuchar al cristiano promedio cuando evangeliza, decirle al inconverso la frases siguientes: "Dios te ama", "Cristo te ama" o "Dios tiene un plan maravilloso para ti", pero estoy convencido que esta no sólo es una forma inadecuada y antibíblicas, sino muy dañina. Antes que saques conclusiones apresuradas de lo que digo permíteme explicar a lo que muchos nos referimos con esto.

Aunque estamos convencidos de que Dios ama a pecadores, no creemos que sea correcto iniciar diciéndole a un 'no cristiano' frases como "Dios te ama", dicha información debe ser dada sólo luego de anunciarle al pecador su gran problema con Dios, de lo contrario va a ser mal interpretado y mal comprendido dicho amor, y pondremos en peligro la vida de ese ser humano evitando que entienda el glorioso evangelio de Dios. 

Explicaré esto más claro y daré algunas de las evidencias bíblicas a continuación, demostrando que la Biblia nunca enseña la forma de evangelizar popular en muchas iglesias.

 Hace varias décadas atrás esta forma de evangelizar errónea se hizo popular en los EEUU, y luego fue exportada al resto del mundo, incluyendo Latinoamérica, sin embargo, en la época de la Reforma no se evangelizaba así, ni en la época de los puritanos del siglo XVII, de hecho cuando revisamos las predicaciones de hombres como el famoso pastor bautista Charles Spurgeon, vemos otro tipo de predicación, lo mismo de muchos otros ¿Qué pasó que hemos perdido el rumbo? La influencia del avivamiento arminiano del siglo 19, y mayormente las campañas de hombres como Billy Graham hicieron famosa esta manera incorrecta de presentar el Evangelio al mundo.  

Base bíblica y ejemplos

Es interesante que al leer los escritos de los cristianos antes del siglo 19, notamos que ellos no empezaban a evangelizar diciendo "Dios te ama" o "Cristo te ama", ellos más bien, hablaban del problema antes que la solución, ellos anunciaba primero que estamos en serios problemas con la Santidad y la Justicia de Dios, y que somos culpables, y luego cuando ya habían hablando al hombre de su pecado contra Dios y su ley, y la condenación que Dios daría al hombre, es que entonces hablaban de la solución que Dios dio a este grave problema: La amorosa oferta de Dios a través de la muerte de Jesús como sacrificio sustitutivo. Es curioso como antes muchos creyentes tenían tan claro esto, sin embargo, hoy día se ha perdido por completo esta forma básica que nos enseña la Biblia. 

Romanos es uno de los libros más hermosos del Nuevo Testamento, escrito por el apóstol Pablo a la Iglesia que estaba, en aquel entonces, en Roma, estos creyentes habían sido convertidos, sin embargo, Pablo no había tenido la oportunidad como apóstol a los gentiles de ir a verlos personalmente, por lo que decide escribirles una carta explicándoles qué es el EVANGELIO, y así es como Pablo escribió la famosa "Carta a los Romanos". En ella tenemos una presentación del evangelio del mismísimo apóstol Pablo, y es muy interesante ver que cuando Pablo empieza a describir el Evangelio no comienza diciendo "Cristo te ama y tiene un plan maravilloso para ti", sino de la siguiente manera: "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad..." (Rom 1:18). El apóstol Pablo empieza el Evangelio de esta forma porque el tenía claro que no se puede hablar del amor de Dios sin antes hablar de la culpa del hombre ante el Dios Santo. 

Al mismo Jesús vemos que nunca enseñó la gracia sin antes hablar de la ley; cuando el joven rico se le acercó preguntándole "Maestro bueno ¿Qué haré para heredar la vida eterna?", imaginariamos que la respuesta del Señor sería "Te amo mucho, ven y repite conmigo esta oración", sin embargo, la respuesta de Jesús fue otra, Él le dijo "Los mandamientos sabes..." (Mt 19:20), y el joven rico le dijo que él los cumplía, a lo que Jesús le pone a prueba a ver si realmente obedece y le manda que venda todo y de a los pobres, y este joven se da cuenta que su Dios es el dinero tras no poder hacer lo que se le demandó ¿Por qué Jesús actuó de esta manera? La razón es que Jesús sabía que el joven rico no iba a verlo como Salvador si este muchacho se creía que era un hacedor de la ley. 

Ejemplo # 1: Para que se entienda mejor esto lo podemos comparar con un hombre sucio con lodo, imaginemos que este hombre lleno de suciedad está en un cuarto oscuro y no sabe que necesita un baño, pero si alguien encendiera la luz al momento pudiera ver su suciedad y sólo así vería la necesidad de un baño. De la misma manera pasa cuando predicando el evangelio, el pecado en el hombre es como el barro, y él no puede apreciar lo corrupto que es porque vive en tinieblas, pero la ley de Dios es como una luz que ilumina al hombre para que vea su suciedad. Si le hablamos al hombre en tinieblas del amor Salvador de Dios que limpia su pecado, el pecador no va a valorar ni entender el amor de Cristo porque el no ve la suciedad de su pecado, y por consecuencia no cree que necesita ser lavado por Cristo. 

Ejemplo # 2: Otro ejemplo nos ayudará a comprender mejor esto. Pensemos en que un día un doctor te pide que te tomes una pastilla desconocida por ti sin darte más explicaciones, y el doctor te dice que te ama mucho ¿Estarías dispuesto a tomarte esa pastilla? La respuesta es NO ¿Por qué? La razón es simple: No vez la necesidad de tomarla. Volvamos a imaginar un escenario similar pero en este caso el doctor primero te dice que tienes un cáncer en fase terminal, y te muestra lo exámenes probando que te quedan sólo 24 horas de vida, y tras decirte esto él te brinda una pastilla que te va a curar antes de que mueras, una pastilla que sanó a muchos, ahora te vuelvo a preguntar ¿Te tomaría la pastilla? Imagino que sí. Cuando predicamos el evangelio somos como ese doctor, si tan sólo le decimos al pecador que Dios lo ama sin antes hacerle saber de la enfermedad del pecado, entonces difícilmente va a entender su necesidad de la cura que Jesús ofrece, pero si primero le mostramos al pecador a través de la ley que es culpable y corrupto y que va a ir al infierno eterno, este hombre va a estar suficientemente informado como para entender su necesidad de ser rescatado del castigo eterno y su corrupción.   

La misma Biblia comienza primero con la ley y luego con la gracia, y la razón que da Pablo en Gálatas es la siguiente: "De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe..." (Gal 3:24-29). A través de la ley Dios mostró la necesidad del Salvador, ya nadie puede abrazar una solución sin antes ver el problema.


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