Feminismo, una amenaza para la Iglesia

 



En el inicio del siglo XVIII, una mujer de Gran Bretaña llamada Mary Wollstonecraft publicó un libro titulado "Una vindicación de los derechos de la mujer", está obra reflejaba un reclamo hasta cierto punto justo, ya para el 1869 el señor John Stuart Mill publica en varios países como EEUU, Rusia, Alemania y muchos más, su obra llamada "La sujeción de la mujer", en el que se reclama, entre otras cosas, el derecho a la educación y el voto femenino, que tuvo un impacto en la política de muchos países.

En la Edad Media dónde la Iglesia Católica Romana tenían gran influencia socio-política, la mujer era considerada ciudadana se segunda clase, el "sexo débil" que podía corromper la pobre alma del varón; en esos tiempo salieron algunos escritos en defensa de la mujer. 

Sin embargo, estos escritos que muchas veces sólo hacían un reclamo correcto no tuvieron tanta popularidad, hasta que una mujer llamada Simone deBeauvoir publicó el libro "El segundo Sexo"; esta filósofa de Francia, bajo la influencia de su "amigo" el Filósofo Jean Paul Sartre quien creía que el mundo no tiene sentido (existencialismo) sino uno mismo le daba ese sentido, desarrolló la idea de que la mujer fue asignada en una condición de "segunda clase", en un mundo dominado por el hombre que no la deja darle sentido a su vida, el "macho" creía ella había ordenado su vida para su disfrute y beneficio a expensas de la mujer; ella sugería que había que destruir la superioridad masculina (el patriarcado) y liberarse del rol de esposa y 

Ella dice que “la mujer debe ser obligada a proveer para sí misma…; el matrimonio debe estar basado en un acuerdo libre que los esposos puedan romper cuando quieran; la maternidad debe ser voluntaria, lo que significa que la contracepción y el aborto deben ser autorizados y que… todas las madres y sus hijos deben tener los mismos derechos, dentro y fuera del matrimonio; el estado debe proveer licencias para las embarazadas y asumir la responsabilidad de los hijos” 

Estas ideas se hicieron populares en EEUU en los años 60, pero es interesante que en el mismo periodo de los 40 cuando deBeauvoir redactada su libro, una mujer llamada Katherene Bliss estaba dando un estudio para el 'Concilio Mundial de las Iglesias' llamado "El servicio y Status de la mujer en la iglesia", este discurso empezó a tener más voces a partir de 1961 donde se reclamaba un papel de la mujer gual al del hombre en las iglesias: Ser pastoras, era el más notable. 


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