El Bautismo de Infantes: Breve Historia
Por Daniel Pardías
El paedobautistmo es la práctica de bautizar infantes, el término griego "Paedo" significa "niño", por tanto este es el nombre técnico de esta práctica; generalmente el bautismo de infantes lo relacionamos con el Catolicismo Romanos, pero es interesante saber que en la reforma protestante del siglo XVI y XVI hombres como Martín Lutero, Juan Calvino y John Knox, que están tan opuestos a Roma, creían y prácticaban el bautismo de infantes. En esta entrada espero aclarar y refutar la extructura detrás de esta práctica.
Lo primero que hay que entender es la distinción entre los grupos que practican el paedobautismo, están los que creen que el bautismo infunde gracia salvífica en los bebés (mayormente católicos romanos), y los que sostienen que al bautizar al infante no se tranmite salvación (luteranos, presbiterianos); la mayoría de los puritanos del siglo XVII creían firmemente en el bautismo de infantes, en la Confesión de fe de Westminter capítulo 28 párrafo IV leemos:
"No sólo han de ser bautizados los que de hecho profesan
fe en Cristo y obediencia a Él
1
, sino también los niños hijos de
uno o de ambos padres creyentes"
Esta confesión quedó definitivamente redactada el 29 de abril de 1647 en Londres (Inglaterra), y fue el documento doctrinal que reflejaba de forma abarcadora, resumida y precisa la teología puritana presbitariana, aunque apreciamos el aporte incomparable de estos hombres, diferimos de ellos en este punto; en aquellos mismos tiempos en Inglaterra había un grupo de puritanos bautistas que creían en muchos puntos de sus hermanos paedobautistas, pero no en algunpos puntos como el bautismo, ellos practicaban el bautismo sólo de creyentes, est postura se conoce como "credobautismo", los bautistas del siglo XVII hicieron un desarrollo teológico que superaba la teología detrás del paedobautismo, y su perspectiva fue expresada en una versión bautista de la Confesión de Westminter, la ilustre Confesión de fe Bautista de Londres de 1689.
En los siglos I y II no encontramos ningún registro de la práctica del bautismo de infantes, es a partir del siglo III cuando encontramos algunas congregaciones que bautizaban bebés, los paedobautistas usan la antiguedad de esta práctica como un argumento a favor de su postura. A inicios del siglo III Tertuliano escribió una obra llamada "Del bautismo" donde rebatía el bautismo de bebés, y este es el primer dato histórico que habla de la existencia del paedobautismo, luego Hipólito a la mitad de este mismo siglo habla de la exclusividad del bautismo a los discipulados en su obra "La Tradición apostólica".
Cipriano de Cartago es el primero en el registro histórico que se cuenta en defender el bautismo de infantes, para él era algo muy importante el bautizar a los bebés, su obra "Epistola 58" habla del apoyo de un Sinodo en Africa al paedobautismo en el 253 d.c. Ya en el siglo IV la gran mayoria de los padres de la iglesia apoyaban el paedobautismo, a partir de aquí se defendía la idea de que el bautismo infundía gracia salvadora, había diferencia en como podía ser esto posible si la fe era una regla necesaria para el bautismo, y era dificil imaginar un niño teniendo fe.
Lutero creía que en el bebé Dios le otorgaba fe al creer la Palabra que escuchaba, aunque no la entendiera, sino solo por mero hecho de escucharla, la fe se podía tener sin razonar. Zuinglio discrepaba de Lutero y todas las explicaciones anteriores, y decía que el bautismo era sólo una señal externa y nada más, él decía que debiamos bautizar a los bebés y que la fe de ellos no era necesaria para eso, el bautismo era sólo el sacramento que sustituyó la circuncisióm del Antiguo Testamento.
La postura de los puritanos presbiterianos tomó algo de las ideas de Zuinglio, ellos veían una transición de la circuncisión al bautismo, pero había algo en el fondo de esta discusión: Los pactos.
- La teología pactual detrás del paedobautismo
Lo que los presbiterianos creían se resume así: Un Pacto bajo dos administraciones. Ellos veían el Pacto de Gracia administrado de dos formas: Antes de Cristo y después de Cristo. Creían que como las personas siempre fueron salvas por la fe, incluso antes de la llegada de Jesús, Dios administró esa gracia salvadora primero a través del Antiguo Pacto, por lo cual entendieron los Pactos de Abraham, Sinaí, y Davídico como el medio que el Señor dio su gracia a través de sombras menores; por tanto, según ellos, si alguien estaba bajo el Antiguo Pacto tambien estaba bajo el Pacto de Gracia, ya que el primero administraba al segundo, por lo que en el Pacto de Gracia habían personas salvas y no salvas, y sólo los que eran salvos estaban en la sustancia del Pacto de Gracia. O sea, todos estaban bajo la administración del Pacto de Gracia, pero sólo los que creyeron en el evangelio, que en ese entonces era revelado en sombras, eran partes de la esencia de este pacto.
La Administración Interna (Esencia) era la forma en que Dios daba su gracia vivificadora regenerando los corazones de los escogidos dentro de la administración externa para que creyeran, a esto es lo que se llamó la "Esencia o Sustancia" del Pacto de Gracia dado en su Administración Primera: El Antiguo Pacto.
Lo más interesante de este paradigma teológico sostenido por los presbiterianos, era que entendían que cuando el Nuevo Pacto sustituye al Antiguo Pacto, el principio de Administración Externa/Interna o de Administración/Esencia continúa en el Nuevo Testamento, y que sólo la forma de administrar la gracia cambia, por lo que también en el Nuevo Pacto hay personas salvas y no salvas ¿Cómo así? Los puritanos presbiterianos creían firmemente que el Nuevo Pacto era la nueva administración del Pacto de Gracia, y que el Pacto de Gracia hoy se continúa administrando de forma externa a los miembros del pacto y de forma interna; en la práctica se ve a través de la integración de los hijos de los creyentes al Nuevo Pacto en su administración externa, ellos bautizaban los niños integrandolos al Nuevo Pacto aunque sabían que en el futuro tendrían que creer en el evangelio para ser salvos y pertenecer, por tanto, a la esencia del Nuevo Pacto; si lo notaron, ellos creyeron que al igual que en los inicios del Antiguo Pacto con Abraham donde Dios incluyó a sus hijos, de la misma menera ese principio de inclusión a la "posteridad natural" se debía trasladar al Nuevo Pacto ¿Y por qué? Porque como la diferencia del Antiguo y el Nuevo Pacto era sólo la forma en que se administraba la gracia (esencia), y no en la esencia misma del Pacto, y ya que entendían que este principio de "posteridad natural" pertenecía a la esencia del pacto, en el Nuevo Pacto continuaba, lo que cambió fue la administración: antes era a través de la circunsición y en el Nuevo Pacto es a través del bautismo.
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