¿Qué es la fe salvadora?
El perderse eternamente en el infierno tras haber creído toda la vida ser cristiano es uno de los mayores miedos dentro de la comunidad cristiana, el Señor nos dice en las Sagradas Escrituras que si ponemos nuestra fe en Jesús seremos justificados (Rom 5:1). Pero ¿cómo saber que mi fe fue la correcta? ¿Qué pasa si sentí algo que confundí con la fe salvadora? ¿Cómo puedo saber cual es la fe salvadora?
Gracias a Dios que no nos dejó sin respuestas a estas cuestiones tan básicas de la vida. Veamos que es la fe salvadora.
En el tiempo de la Reforma protestante los reformadores definían la fe diciendo que esta estaba compuesta de tres elementos indispensables: Conocimiento, Asentimiento y Confianza personal, ellos entendieron cabalmente lo que la Biblia nos dice respecto a este tema. La fe tiene en primer lugar un componente informativo, no podemos tener fe de aquello que ignoramos (Rom 10:17), y el mensaje del evangelio es la información que el pecador debe saber necesariamente antes de poder creer; sin embargo, no es una condición suficiente, no basta con sólo saber el dato del evangelio, se necesita estar de acuerdo con el mismo, yo puedo saber algo y estar de acuerdo con eso, por tanto también se debe asentir las verdades del evangelio.
Por tal razón es importante que el mensaje del evangelio sea declarado con claridad y sin diluirse, porque el pecador debe estar de acuerdo con la información que recibe.
Pero, aunque el asentimiento al evangelio es una condición necesaria, no es suficiente, es necesario el tercer elemento, la confianza personal. El pecador puede conocer el evangelio, puede incluso asentir diciendo emocionado que es muy bueno y asombroso que Jesús halla muerto en lugar de pecadores que no merecían nada, pero hasta que no descanse en Jesús, confiando en que solo él le perdonó sus pecados para siempre debido a los que hizo en la cruz, no tendrá justificación y vida eterna. Es confiar en Jesús (Rom 1:17).
La diferencia entre asentimiento y confianza personal, es que lo primero es mirar de lejos a Jesús como un espectador, como si nada tuviera que ver conmigo, pero la confianza personal no sólo contempla asombrado, sino que va y abraza a Jesús depositando la fe en él como el único que lo puede librar del castigo divino.
¡Oh alma, si tu corazón no ha creído en Jesús, aférrate a él y serás perdonado! Confía en él, Dios no va a perdonar tus pecados por algo que hagas, pero si confías en Jesús tus pecados desaparecerán de la vista de Dios, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Comentarios
Publicar un comentario